miércoles, 25 de septiembre de 2013

Antiguas y nuevas estructuras al servicio de la convivencia

Un centro que se organiza de forma participativa para gestionar la convivencia debe contar con alguna estructura que facilite la organización. Estas estructuras deben integrarse en la dinámica del centro de forma que sean sostenibles en el tiempo porque forman parte del día a día del colegio o instituto:

La tutoría: es necesario que cada grupo tenga su tutor y que se utilice la hora de tutoría para desarrollar el plan de acción tutorial que ha de incluir las actuaciones relacionadas con la convivencia. Para un centro que se organiza de forma participativa la tutoría de todas las clases del mismo nivel deben estar fijadas en la misma hora.

El equipo de tutores: cada nivel debe contar con un equipo de tutores que se han de reunir semanalmente con el departamento de orientación.

El equipo de mediación y tratamiento de conflictos: es una estructura nueva y que está compuesta por profesorado voluntario, sin embargo su dedicación al programa de convivencia debe contemplarse en su horario, de modo que si van a coordinar un nivel cuenten con esa hora semanal que coincide con la tutoría del nivel en su horario personal.

Los círculos de convivencia: es una estructura formada por cinco o seis alumnos de cada clase y que son coordinados por miembros del EMTC, de forma periódica en la hora de tutoría del grupo.

Los Equipos de delegados: son dos o tres personas por clase que son coordinados por la jefatura de estudios en las mismas horas en las que salen del aula los Círculos de Convivencia.

Los Ciberalumnos: son tres o cuatro alumnos de cada clase que son coordinados en las mismas horas que los círculos de convivencia y los equipos de delegados por el TIC del centro

martes, 24 de septiembre de 2013

Las fases en la gestión de la convivencia

La convivencia en un centro educativo transita de forma continua por cuatro fases o etapas, que a su vez constituyen cuatro puertas de entrada para los centros que desean incorporarse a este modelo de gestión.

1. Las normas de convivencia. Dotarnos de unas normas fruto de la participación de la comunidad educativa aumenta de forma significativa el compromiso con su cumplimiento, pero además ofrece una oportunidad inmejorable para mejorar la calidad del aprendizaje moral del alumnado.

2. Los protocolos de intervención. También debemos dotarnos de numerosas medidas para abordar los incumplimientos de las normas. Estas medidas también pueden ser pensadas por el alumnado y el profesorado, y podemos hacer de ellas contenido de aprendizaje para el alumnado.

3. La observación de la calidad de la convivencia. Un observatorio activo de la calidad de las convivencia nos permite involucrar al alumnado en la mejora del ambiente escolar y en el despliegue de medidas proactivas para evitar que ciertos situaciones contrarias a la convivencia se enquisten.

4. Establecimiento de planes preventivos. El profesorado y el alumnado pueden participar en el diseño y la puesta en marcha de planes preventivos para dotar al alumnado de numerosos recursos y competencias necesarias para establecer relaciones saludables con sus iguales y con los adultos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

La gestión democrática de la convivencia

El título de este post incluye tres palabras sobre las que merece la pena reflexionar brevemente:

Gestión: el diccionario define gestión como el conjunto de acciones destinadas a la consecución de un objetivo. En este caso hablamos de gestión para referirnos a numerosas acciones planificadas, organizadas, coordinadas y lideradas desde el centro educativo.

Democrática: es una palabra que subraya la participación de la comunidad educativa en todas las fases de la gestión de la convivencia: la creación del marco normativo, la intervención ante el incumplimiento de las normas, la observación de la convivencia y los planes preventivos.

Convivencia: desde este enfoque la convivencia es un destino, ya que la calidad de la convivencia posibilita una mejora aprendizaje, pero también es un proceso ya que la propia convivencia es objeto de aprendizaje y se incluye en las competencias que desarrollamos en el alumnado.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Diferentes formas de abordar la convivencia

Todos los centros educativos tienen un planteamiento implícito o explícito sobre la forma de gestionar los asuntos relacionados con la convivencia cotidiana. En todos se producen diariamente millones de interacciones entre todas las personas que componen la comunidad educativa, algunas hacen referencia al aprendizaje que se produce en el aula y muchas más transcurren ajenas a dicho aprendizaje.

La gestión de un centro educativo puede situarse de diferentes formas ante la calidad de la convivencia en el centro, si simplificamos con ánimo de crear varias categorías podríamos distinguir tres modelos:

1. Los centros educativos que no están interesados en reflexionar sobre la convivencia y no hacen nada explícito por abordarla. Para estos centros la convivencia es algo que sencillamente no interesa.

2. Los centros que están interesados en el control de la parte de la convivencia que impide el aprendizaje en el aula. Suelen centrarse en la disciplina mediante normas que sancionan las conductas que no facilitan el aprendizaje del contenido curricular en el aula.

3. Los centros que sitúan la convivencia como un contenido de aprendizaje y que la gestionan contando con el papel activo del alumnado y del profesorado desde una perspectiva preventiva y de intervención ante los conflictos.

En este blog queremos compartir cualquier cuestión relacionada con este enfoque de la convivencia, ya que nuestra experiencia en el instituto gira en torno a esta forma de enfocarla.  

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Arrancamos

Trece años es una buena edad para comenzar algún proyecto nuevo. Nos encontramos en plena adolescencia, y con la ilusión de la adolescencia comenzamos a escribir y contar nuestra experiencia en este diario que trata sobre la gestión democrática de la convivencia.

El IES Miguel Catalán comenzó hace trece años a gestionar la convivencia escolar de forma participativa y el resultado que hemos ido obteniendo año tras año nos ha convertido en un centro con numerosos recursos para afrontar las diferentes situaciones de la vida diaria y con una comunidad educativa con mucha capacidad para anticipar, prevenir e intervenir sobre conflictos y situaciones tanto de dentro del centro como de la localidad en la que se inserta.

En este blog os vamos a ir contando nuestra experiencia. A nosotros nos va a ayudar reflexionar sobre nuestra práctica y quizá algunos de vosotros os sintáis inclinados a sumaros a un cada día más numeroso movimiento compartido por muchos centros que nos plantemos la convivencia democrática como un objetivo explícito de aprendizaje.

Bienvenid@s.